Iglesia San Pedro y San Pablo

La iglesia San Pedro y San Pablo es una de las obras renacentistas de la Plaza del Ayuntamiento.

La Torre-Campanario, al igual que la iglesia, es de estilo renacentista con un ligero toque herreriano.

Está formada por cuatro cuerpos, en su segundo cuerpo se sitúa una vidriera rectangular con el símbolo de la Virgen María, enmarcada por dos pequeñas columnas y plantea un cuerpo de campanas con pináculos en sus esquinas.

Cuando se construyó el templo del que forma parte esta torre, el capitel, dio sus problemas y ello hizo que la torre se terminase bastante tiempo después que el resto del templo. En 1787 estaban terminadas las obras del templo, sin embargo en la torre, más concretamente en su capitel, se seguía trabajando con lentitud, porque se dice que solo lo hacía el hijo suyo.

En el 1920 el capitel de la torre empezó a deteriorarse, hasta el punto que el entonces Prior de Ibros, D. Francisco Javier Pérez Montávez tuvo que acometer de nuevo la reparación de este capitel. La última reparación fue en el 2000.

El Altar Mayor posee una cúpula sobre pechinas y de autor desconocido que representa La Coronación de la Virgen y los cuatro evangelistas uno en cada pechina, datada en el siglo XVIII, de estilo barroco. Esta Cúpula representa la bóveda celeste, lugar de la gloria de Dios, que contempla y recibe con brazos de Padre, el eterno sacrificio redentor de su Hijo Jesucristo. El motivo principal representado es la Coronación de la Santísima Virgen, nada más terminar el ático del retablo mayor, aparece la figura de la virgen arrodillada sobre nubes, con vestidura blanca y azul. Sobre ella se sitúan las tres personas de la Santísima Trinidad. El espíritu Santo, en forma de paloma se sitúa sobre la corona de Santa María, mientras que a su izquierda vemos al padre eterno, y a la derecha a Jesucristo con manto rojo, signo de su victoria sobre la muerte.

Justo enfrente, descansando sobre la clave del arco toral, aparece sentada como matrona una figura que representa la Iglesia, que contempla meditativamente la escena que tiene delante.

Toda esta escena, se completa con un amplio repertorio iconográfico a ambos lados de las figuras principales. En la parte del evangelio aparece el colegio apostólico, agrupados en sacra conversación. La parte que corresponde al lado de la epístola, aparece ocupada por un coro de vírgenes y mártires que dialogan sobre el mítico suceso; Santa Catalina de rodillas y Santa Cecilia con mirada atenta.

La bóveda sería pintada hacia el siglo XVIII pero no se sabe nada sobre su autor.

El retablo está formado en su primer cuerpo por cuatro columnas salomónicas adornadas con varias hojas y flores, que corresponden al orden corintio, entre los inter-columnos de los costados laterales se hallan colocadas las imágenes de San Pedro a la derecha, y a la izquierda San Pablo.

El original Retablo del Altar Mayor del que solo se conserva en su integridad el cuerpo ático, es obra barroca, También ejecutado en la segunda mitad del XVII, aunque dorado en 1737 por los maestros Manuel Pancorbo y Antonio Clavijo.

La capilla mayor está precedida por un gran arco en el que destaca el escudo del Obispo Don Antonio Brizuela y Salamanca, es una muestra heráldica que data de finales del siglo XVII o principios del siglo XVIII, es un escudo realizado en yeso policromado que se localiza en el arco toral que da acceso al presbiterio, y que corresponde al Obispo de la Diócesis de Jaén, don Antonio Brizuela y Salamanca. Se compone de un capelo forrado de verde, con cordones de seda del mismo color, enlazados, con seis borlas a cada lado. Lleva tras el blasón una Encomienda de la Orden de Alcántara de Azur, contraviniendo este esmalte con el preceptivo sinople (verde), correspondiente a la citada Orden a la que perteneció este ilustre. La composición se acompaña por sostenes (angelillos) a ambos lados del escudo, aclamados por los cordones. Presenta contorno oval (propio de eclesiásticos), sobre cartela barroca, acompañada en los laterales por largas guirnaldas.

El motivo de su presencia en la parroquial responde a la ampliación o finalización de la fábrica que se debió concluir bajo la prelatura de Brizuela y Salamanca durante su residencia giennense.

Este prelado nació el 2 de julio de 1642, fue canónigo de Toledo durante 3 años, Obispo de Astorga y luego de Jaén desde 1693 hasta su muerte. Fue enterrado en el Coro de la Catedral de Jaén, del que se desconoce su lugar de enterramiento, ya que no presenta lápida ni armería. Este prelado fue Caballero de la Orden de Alcántara, razón por la que se presenta la Encomienda en su Blasón. Falleció el 10 de enero de 1708. Este escudo experimentó una transformación cuando en 1713 es cedida a Pedro Pablo López de los Arcos que manda a realizar el retablo de la Iglesia.

El templo parroquial tiene siete capillas laterales que están vinculadas tradicionalmente a familias concretas de Ibros que desde tiempo inmemorial se dedican a la custodia y culto de las mismas. 

Capilla de María Auxiliadora

Se le denominó así tras su restauración, en el retablo se encuentra la imagen central de María Auxiliadora y a los laterales se encuentran San Inés y San Blas. En uno de los contrafuertes podemos también ver un pequeño altar con una imagen de San Isidro Labrador.

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